En nuestro primer #TBT en #SOYRUNNER te hablaremos nada más y nada menos que de Kathrine Switzer, la primera mujer en terminar el maratón de Boston en 1967. La historia ha sido cambiada bastante con los años según cuenta la misma Kathrine, por lo cual les presento un extracto de lo que ella misma nos relata en su página web.
Todo comenzó en 1966 cuando Kathrine, en ese entonces de 19 años, discutía su participación en el maratón de Boston con su entrenador Arnie Briggs; verán, aunque ninguna regla así lo especificara, en aquellos años las mujeres no podían correr oficialmente el maratón de Boston, carrera que hasta 1972 era considerada exclusiva para los varones.
Ante la insistencia de Kathrine, Arnie finalmente cedió diciendo, “Si hay una mujer que puede hacerlo, esa eres tú, pero tendrías que demostrármelo. Si corrieras la distancia en un entrenamiento, yo sería el primero en llevarte a Boston”. Kathrine tenía ahora una meta y tres semanas antes del maratón, junto a Arnie, recorrió 49.88 kilómetros en una sola sesión de entrenamiento. El sueño de Kathrine estaba por lograrse. Al día siguiente Arnie convenció a Kathrine el inscribirse oficialmente al maratón; ambos procedieron a llenar la solicitud, misma que Kathrine firmaría como K.V. Switzer, tal y como siempre lo había hecho, permitiéndole competir en el maratón de manera oficial, al parecer por que los organizadores pensaron que K.V. eran las iniciales de un nombre masculino.
Arnie no sería el único dispuesto a apoyar y a acompañar a Kathrine en esta nueva aventura; “si una niña puede correr un maratón, yo también puedo”. Fueron las palabras de apoyo de Tom Miller, en aquel entonces novio de Kathrine, anunciándole que el también correría el maratón, pero sin la necesidad de entrenar por las razones anteriormente mencionadas. A Kathrine, Arnie y Tom se les uniría John Leonard, miembro del equipo de Cross-Country de la universidad; el equipo estaba completo.
El miércoles 19 de abril de 1967 en una tarde nevada, Kathrine Switzer portadora del número 261 haría historia y no lo sabía. Tras el disparo de salida los primeros kilómetros del maratón parecían fáciles y todo iba de maravilla para Kathrine y sus acompañantes; o al menos eso parecía, puesto que en el kilómetro 6, Jock Semple, oficial de la BAA, se daría cuenta de que Kathrine, en efecto, era una mujer intentando terminar la prestigiada competencia.
Semple, bajo el argumento que las mujeres no podían competir en “su carrera” intento sacar a Kathrine, por la fuerza, de la competencia, tomando y jaloneando su sudadera en un intento inútil por arrancar su número de competidor. Parecía que nadie podría hacer algo por ella, hasta que Tom, por medio de una fuerte tacleada, mando a volar por los aires a Semple.

Kathrine, quien se consideraba a sí misma como una mujer fuerte y tenaz, se encontraba tanto asustada como avergonzada; la fuerza y la velocidad con las que fue sometida la hicieron sentir indefensa e impotente. Los nervios se estaban empezando a apoderar de ella, hasta que escucho a su entrenador decirle “Corre” generándole una sensación de adrenalina que en ese momento le permitiría continuar con su carrera.
Kathrine pensó en renunciar, pero no lo hizo; ¿Por qué?, porque se dio cuenta de que si renunciaba nadie creería jamás que las mujeres fueran capaces de terminar un maratón, se dio cuenta de que si renunciaba nadie tomaría a las mujeres en serio y que personas como Semple ganarían. Sus miedos de pronto se transformaron en ira.
Kilómetros más adelante y después de haber sido alcanzados de nueva cuenta por Semple, Kathrine le dijo a su entrenador: “Arnie, no estoy segura donde estas parado en este momento. Pero sin importar como, tengo que terminar esta carrera. Inclusive si tú no puedes, yo tengo que- aunque sea sobre mis manos y de rodillas. Si no termino, la gente dirá que las mujeres no pueden hacerlo, dirán que hago esto por publicidad o algo así. Así que haz lo que quieras hacer, pero yo terminare esta carrera”.
Más calmada, con miles de pensamientos en su cabeza y con algo de dolor, Kathrine eventualmente diviso la meta; ella y sus acompañantes estaban a punto de lograrlo. Kathrine no podía creerlo, había conseguido sobreponerse a las dificultades, había terminado el prestigiado maratón de Boston.
Kathrine empezó el maratón como una competidora más, una mujer que lo único que quería era terminar la carrera para la que con tanto esmero se había preparado; en su lugar se convirtió en una pieza fundamental para que las puertas del maratón de Boston y del deporte en general se empezarán a abrir a las mujeres de manera oficial, siendo en 1972 cuando se permitió por primera vez competir oficialmente a las mujeres en la prestigiosa carrera.
Si quieres saber más sobre quien es Kathrine Switzer te recomiendo visitar su pagina web o adquirir su libro aquí.
Me encanta tu estilo para escribir y de verdad la historia me parece apasionante! Justamente ayer me pasó algo que hizo a mi orgullo de mujer cuestionar la meta de correr y esto sólo me empuja más. Saludos!
En realidad ella fue la primera mujer inscrita. Ya que anteriormente una mujer llamada Roberta Gibb fue la primer mujer en participar, puedes constatarlo en la propua pagina del boston marathon.
¡Gracias por la información; la revisaremos e incluiremos en un futuro update al post, Carlos!.